Sobre los autores

Los responsables de estas publicaciones son maestros que estudian en la Escuela de Ciencias de la Educación, y cursan la asignatura de Sistema Educativo Mexicano. En la ciudad de Monterrey Nuevo León, Mexico

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Inicios de la escuela rural en México

Por: Mario Ernesto Gómez Villegas
El primer personaje en la historia de México con el que la pedagogía alcanzó un enfoque social fue Abraham Castellanos, quien en 1909 mencionó que para formar la patria se debía empezar por la educación de las masas populares. Para él, uno de los objetivos de la educación en nuestro país era la educación integral de los “indios” por medio de la escuela rural.
Más tarde algunos gobiernos revolucionarios se encargarían de promover este tipo de educación. Durante el período de gobierno del Gral. Álvaro Obregón se crea la Secretaría de Educación Pública en julio de 1921; tomando protesta como titular José Vasconcelos. Surge la lucha contra el analfabetismo y la escuela rural.
Las tareas del departamento escolar eran: fundar escuelas especiales para la educación de los “indios”, escuelas rurales en todo el país y, escuelas de educación primaria y superior en todas las ciudades de la república.
Durante ese período se le hizo saber al Presidente Obregón que existían dos tipos de escuelas: la urbana y la rural. Siendo la escuela urbana la más atendida olvidándose por completo de la escuela rural. Para solucionar esta desigualdad da la orden de que se cree una dependencia que se encargue de la educación en el medio rural, dándole el nombre de Departamento de Cultura de Educación Indígena.
En 1923 se dan las bases para el funcionamiento de las escuelas rurales y se les designa con el nombre de “Casas del Pueblo”, cuyas finalidades eran las siguientes:
Sociales :
Construir la escuela para la comunidad.
Que la escuela rural sea mixta y que desarrolle sus actividades teniendo siempre como fin los intereses colectivos.

Económicos:
Acreditar con menor esfuerzo la producción, cultivar
hábitos de asociación y cooperación, promover el bienestar de cada uno de los asociados y el desarrollo de las industrias locales.
Morales:
Formar hombres libres, de iniciativa, con sentido de
responsabilidad y dominio de si mismos. Y la afirmación de el
amor a la patria y sus instituciones.
Intelectuales:
Proporcionar los conocimientos generales de acuerdo con los
diversos grados de enseñanza, el desarrollo integral y armónico del alumnado, el fin utilitario de las materias de enseñanza y el dominio productivo de prácticas agrícolas, industriales o domésticas propias de la comunidad.
Físicas y Estéticas:
Desarrollar hábitos de higiene, hombres fuertes y
vigorosos, moldeando el carácter a través de manifestaciones
artísticas relacionadas con el medio.
Las casas del pueblo o escuelas rurales eran escuelas unitarias, pues un solo maestro impartía la enseñanza a todos los alumnos.
En 1925 el Departamento de Cultura Indígena fue designado Departamento de Escuela Rural, Primarias Foráneas e Incorporación Cultural Indígena. Y cambia el nombre, en lugar de Casas del Pueblo a Escuelas Rurales.
A mediados de 1926 se realizó una Junta de Directores de Educación Federal en la que se determinó la estructura pedagógica de las escuelas rurales; quedando de esta forma:
La escuela rural es una institución educativa que tiene por objeto capacitar a los campesinos (niños y adultos) para mejorar sus condiciones de vida mediante la explotación racional del subsuelo y las pequeñas industrias conexas, a la vez que desanalfabetizarlos.

En la escuela rural se debe enseñar menos dentro de las aulas y cada vez más fuera de los salones de clase, a través de la experiencia.

Las asignaturas y actividades dentro de su programa práctico de estudios quedan comprendidas dentro de las necesidades de la comunidad.

La escuela rural es la institución educativa para pueblos como el nuestro, cuyo programa económico radica en el cultivo de la tierra y la explotación de industrias que tienen conexión con la vida rural. Es la institución educativa más democrática porque se dirige al mayor número de mexicanos. Combate por todos los medios la degeneración de la raza, el fanatismo, el alcoholismo, y las uniones sexuales prematuras.

La escuela rural debe comprender todos los grados de escolaridad. Debe ser mixta, para que con la educación simultánea para hombres y mujeres, desaparezcan las desigualdades.

Los programas para las escuelas rurales tienen como finalidad levantar el nivel social, moral y económico de los mexicanos que habitan el medio rural.

La doctrina de la Escuela Rural se funda en el servicio a los grupos tradicionalmente marginados, enfoca su acción educadora a las comunidades rurales de indígenas y campesinos, es en ése espacio donde se desenvuelven dichas personas y no debe verse como un punto geográfico o político que deba adaptarse al ritmo de la vida nacional.

La escuela rural considera a la comunidad socialmente como un conjunto, como impulsora de su propio desarrollo, como una unidad completa a la que la escuela se integra.
En consecuencia, la escuela tiene que enfocar su acción hacia la integración y desarrollo de la vida colectiva en beneficio directo de sus miembros.

Durante el gobierno del Gral. Calles se da un incremento al presupuesto destinado a la educación. A fines de 1926 existían en el país 2000 escuelas rurales y para 1934, 8000. Con la labor educativa que estaban realizando todos los implicados, Secretaria de Educación Publica, inspectores y misioneros docentes, se comenzó a pensar que los profesores rurales debían tener una mejor preparación profesional impulsándose la idea de profesionalizar a los maestros misioneros; fundando centros con equipos docentes y profesionales de diferentes ramas, llamándolas Misiones Culturales cuyos propósitos eran:
Mejoramiento cultural y profesional de los maestros en servicio.
Mejoramiento de las prácticas domésticas.
Mejoramiento económico de la comunidad mediante la enseñanza agrícola y de pequeñas industrias.
Saneamiento del poblado.
Cabe recordar que el objetivo de la escuela rural era el ser portadora de los programas de igualdad y justicia social y llevarlos a todos los rincones del país. Se debe enaltecer la labor emprendida por los maestros voluntarios de ese entonces que con su fuerza de voluntad de servicio y de un alto patriotismo, recibieron merecidamente el nombre de maestros rurales.
Maestros como Rafael Ramírez fueron pilares en el impulso a la escuela rural mexicana. Fue él quien estableció los propósitos de la misma siendo uno de ellos: “Liquidar el analfabetismo de las comarcas campesinas, crear una vida cultural variada mediante escuelas campesinas de diversos tipos, hacer del México rural una sociedad homogénea en cultura e idioma”.
El mayor auge de las escuelas rurales se dio entre 1920 y 1945, sin que ello quiera decir que desaparecieron, aún siguen funcionando en la actualidad, pero el hecho de pensar que se tendrían mayores oportunidades en el medio urbano originó las migraciones hacia dichas zonas, debilitándose la idea original de que con las escuelas rurales se tuvieran mayores elementos que favorecieran el desarrollo y permanencia en sus lugares de origen.
A pesar de las dificultades por las que ha tenido que atravesar la escuela rural mexicana, ésta se mantiene viva y ha introducido, como auxiliares pedagógicos a las Tecnologías de la Investigación y la Comunicación (TIC) iniciándose con la Radio-Primaria y posteriormente la Telesecundaria sin olvidar que en la actualidad algunas cuentan con el aula de medios que permite el uso de computadoras, internet, correo electrónico, etc. promoviendo mayor comunicación e intercambio de conocimientos entre maestros y alumnos de las distintas regiones por medio de la Red Escolar -ILCE - y los diferentes proyectos elaborados de acuerdo a planes y programas de estudio oficiales.
A partir de 1993 el Gobierno Federal logra el acuerdo para descentralizar los servicios educativos e introdujo cambios en los planes y programas de estudio, además de algunos estímulos salariales para los maestros, siendo el principal Carrera Magisterial.
En el caso del maestro que desempeña su labor en el área rural se le da un apoyo compensatorio llamado arraigo comunitario, esta compensación establece convenios entre el maestro y la comunidad, obliga al maestro a que permanezca todo el ciclo escolar en la comunidad y realice actividades extraclase dentro de la misma.
Sin embargo, la imagen del maestro rural ha ido desgastándose, ya no existe en las nuevas generaciones de docentes, la vocación de no solo enseñar en el aula, sino de ser el líder de la comunidad, a la mayoría no les gusta trabajar en el área rural, y si son asignados a ella, llegan pensando en cambiarse lo más pronto posible al área urbana, hay ausentismo, no conviven con la comunidad, solo observan como esta subsiste y se encierran en el aula con sus alumnos, el aprovechamiento escolar es deficiente como lo demuestran los resultados emitidos por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa y de las pruebas ENLACE, ubican a los alumnos de éste medio en los niveles inferiores.
A pesar de todo, las escuelas rurales siguen siendo baluarte en la educación del país y subsistirán.En la actualidad solamente en educación primaria, los programas compensatorios abarcan 41,000 escuelas, el Programa de Educación, Salud y Alimentación ha iniciado sus actividades en las zonas rurales más pobres del país con el fin evitar la deserción escolar, existen proyectos innovadores en materia de educación bilingüe multicultural.
La Telesecundaria ha permitido que este nivel esté al alcance de comunidades que jamás pensaron en alcanzar dicho nivel. El Programa de Desarrollo Infantil (PRODEI) para preescolar además de proyectos visionarios y exitosos de educación para adultos y desarrollo de la comunidad rural nos hacen pensar en un futuro más promisorio.

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